Los que tienen menos de 60 años apenas saben quien es Charles Azavour. Era más de la generación de nuestros padres, incluso de nuestros abuelos. Un cantante bajito, feo, sin mucha voz... pero tenía ese nosesabequé que lo convirtió en artista.
En Francia ha sido toda una institución, el último gran representante de la chanson francesa, un cantautor que con más de 90 años llenaba estadios con sus conciertos. Temas como La Bohème, Comme ils disent o el extraordinario Je n'ai rien oublié (mi preferida), son ejemplos de su capacidad única para contar historias.
Tras cantar durante casi 80 años, vender más de 100 millones de discos, conseguir su propia estrella en el paseo de la fama de Hollywood, Charles Aznavour ha fallecido el pasado 1 de octubre.
Nos quedan sus canciones para recordarlo siempre.
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