A principios de los años 60 nació un movimento musical cuyo objetivo era la gente joven. Uno de los primeros temas que triunfó entre los adolescentes fue "Tous les garçons et le filles" de Françoise Hardy. Es el arquetipo de la canción juvenil de la época: línea melódica suave y letra que habla de amores quinceañeros.
Hardy interpretó el tema en televisión el 28 de octubre de 1962. Enseguida el single se convirtió en éxito de venta, alcanzando los 500.000 ejemplares al acabar el año, algo excepcional en aquella época.
Lo más curioso es que el tema se incluyó de relleno en el single junto a otros tres más "yeye" y con más posibilidades de triunfo. Pero así son las cosas, Cenicienta le ganó a sus malvadas hermanastras...
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