Autor, compositor e intérprete, Pierre Perret (nacido en 1934) lleva casi 70 años paseando por los escenarios su guitarra y su estilo propio donde se mezclan un candor infantil, un vocabulario argótico, mucho sentido del humor y una gran dosis de denuncia social.
A veces, sus letras suenan pueriles, pero esconden un manejo del idioma digno de los más grandes poetas. De hecho, su pasión por el idioma lo ha llevado a escribir varios libros sobre diversos aspectos de la lengua francesa.
Esa profundidad en el lenguaje se pone de manifiesto en la canción elegida hoy, Lily, que se convirtió en un clásico de las canciones contra el racismo, cuando en 1978 recibió un premio de la LICRA (Liga Internacional Contra el Racismo y el Antisemitismo).
Sus canciones denuncia han tocado muchos palos: avorto, fascismo, hambruna, guerras del Golfo, integrismo religioso... Pero nunca ha dejado de lado ni su lado pícaro (Le Zizi, Le Plombier, Le Petit potier) ni su lado infantil (La Cage aux oiseaux, Les Enfants foutez-leur la paix). Los sigue conservando, aunque ya haya ampliamente pasado de los 80 años.
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