Maxime Le Forestier (nacido en 1949) es uno de los cantautores más conocidos en Francia. Su primer álbum, Mon Frère (1972), se vendió a más de un millón de ejemplares y se convirtió en la referencia musical de toda una generación, con varios temas que han pasado a formar parte del colectivo cultural: Fonteney-aux-Roses, Mon Frère, o la polémica Parachutiste.
En ese mismo álbum, San Francisco, el tema que presentamos aquí, cuenta la estancia real del cantante en una pequeña comunidad hippy, en la ciudad norteamericana del título. Tras la estancia, y como hablaba mal inglés, Le Forestier optó por expresar su agradecimiento con una canción.
En 2011, para celebrar sus 40 años de carrera, Le Forestier propuso a los propietarios de la casa, que entre tanto la habían pintado de verde, volver a pintarla de azul. El cantante dio el último brochazo el 21 de junio, día de la música, haciendo honor al primer verso de la canción "C'est une maison bleue, adossée à la colline...".
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